Los Sentidos Recuerdan Veronica Rivero 4°3°
Los sentidos recuerdan
Hay tantos detonantes para recordar, que se sienten como un constante
rasguño en el alma.
No quiero, no quiero ser él, no quiero dañar, pero mucho menos huir,
porque es algo que él hizo.
Suelo tener las uñas rojas, me acercan a ser más femenina, cosa que él
odiaba; odiaba que mi feminidad no estuviera determinada por su
atención.
Tener las uñas así me ayudó a hacer lo que hacemos la mayoría de las
mujeres una vez en la vida, defenderse.
Me miro al espejo y veo líneas, las odio aunque siga caminando en línea
recta.
Camino los sábados bajo la lluvia. Los martes escucho las hojas crujir bajo
mis pies, y los viernes me siento en un banco, a respirar aire envuelto de
olor del jazmín.
El jazmín trae recuerdos, recuerdos teñidos de rojo, lo trae a él.
Lo trae acariciándome la mejilla con suavidad.
Me encuentro con su silueta llegando en la oscuridad después de
extrañarlo.
Lo trae a él ayudándome a pintar mis uñas cuando me fallaba la mano
hábil.
Lo trae a él viéndome con una sonrisa y unos jazmines en la mano, los
mismos jazmines que fueron testigos importantes.
Pero el recuerdo que más cala en mis fosas nasales es una mezcla de
jazmines con un olor metálico.
Fue el instante en el que observé mis impecables uñas rojas, confundidas
con el líquido carmín que chorreaba de ellas al defenderme.
El olor a jazmín luego se reemplazó con imágenes de heridas en el cuello,
llantos de súplica, garganta agrietada de tanto gritar: ¡BASTA!; pero sobre
todo, se reemplazó con el último suspiro de mi disparo, que fue la
detonación para este círculo vicioso.
Veronica Rivero 4°3°
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